El drenaje linfático facial es relajante y nos ayuda a tranquilizarnos, eliminar el estrés, los nervios y la ansiedad.
Seguro en algún momento has oído hablar del drenaje linfático pero, ¿sabías que también se puede aplicar en el rostro? Se trata de una técnica de masajes con movimientos muy suaves y lentos de “bombeo”. Las pequeñas presiones se dirigen en dirección a la linfa para eliminar las toxinas por vía natural. Desde el rostro baja hacia los ganglios profundos del cuello y luego drenan a la zona torácica.
Los masajes de drenaje linfático en general son muy buenos para la salud y, en particular, el facial permite mejorar el estado de la piel.
Es un rejuvenecedor increíble, así como también adelgazante para la cara, porque elimina el exceso de líquidos y las toxinas que se acumulan en los tejidos. A su vez, favorece a la circulación sanguínea y fortalece los músculos.
Si te sientes cansada, no duermes lo suficiente o no sueles hacerte tratamientos faciales, el drenaje linfático es una excelente idea. Los signos de cansancio, las líneas de expresión o las ojeras y otras marcas que denotan poca atención o envejecimiento pueden quedar en el pasado.